1.- A TI LEVANTO MIS OJOS

A TI LEVANTO MIS OJOS
A TI QUE HABITAS EN EL CIELO
A TI, LEVANTO MIS OJOS
PORQUE ESPERO TU MISERICORDIA.

Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
así están nuestros ojos en el Señor
esperando su misericordia.

Como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos en el Señor,
esperando su misericordia.

Misericordia, Señor, misericordia
que estamos saciados de burlas;
Misericordia, Señor misericordia
que estamos saciados de desprecios.

Nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos
nuestra alma está saciada
del desprecio de los orgullosos.