116.- LA MUERTE NO ES EL FINAL

Tú nos dijiste que la muerte
no es el final del camino,
que, aunque morimos, no somos
carne de un ciego destino.

Tú nos hiciste, tuyos somos,
nuestro destino es vivir,
siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.
Siendo felices contigo,
sin padecer ni morir.

Cuando la pena nos alcanza
por un hermano perdido
cuando el adiós dolorido
busca en la Fe su esperanza.

En Tu palabra confiamos
con la certeza que Tú
ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz.
Ya le has devuelto a la vida,
ya le has llevado a la luz

Cuando, Señor, resucitaste,
todos vencimos contigo
nos regalaste la vida,
como en Betania al amigo.

Si caminamos a tu lado, / no va a faltarnos tu amor,
porque muriendo vivimos / vida más clara y mejor.
Porque muriendo vivimos / vida más clara y mejor.