129.- MAGDALENA ANTE EL SEPULCRO

He llegado hasta la tumba,
y con el sitio me encontré. Ya no está.
Aquel hombre a quien seguí en vida desapareció.
Preguntaré a aquel labrador.
No busquéis al vivo entre los muertos.
No está muerto, ha resucitado.
Se ha cumplido en Cristo su Palabra.
Que, aunque ha muerto, volverá.
Aunque el cuerpo fuera destruido.
En tres días podría levantarse.
Es Palabra que Jesús dijera
y que nadie entendió.

El Señor me necesita
Con la vida que Él me dio para amar.
Esa vida no saldrá de mí y no me dejará.
Él siempre vivo en mi está.
Una tumba se abre ante mi vida.
Es la muerte de no darme cuenta
del dolor que hay en mi camino.
Es la ausencia de Jesús.
Y el Seños pide que resucite
de esta tumba en la que me enterraron
y la que yo mismo me hice
al dejarme enterrar.

He llegado hasta la tumba,
y con el sitio me encontré.
Ya no está
Aquel hombre a quien seguí en vida
desapareció.
Jesús ya resucitó.