Para el que sabe que el río termina en el mar,
No bastan las fuentes.
Para el que quiere sus ojos de cielo llenar,
No basta sentarse cara al porvenir,
No basta soñar y soñar.
No basta plantar un árbol y una flor,
Pudiendo jardines sembrar.
Para el que ha visto brillar en la noche una luz,
No bastan las sombras.
Para el que tiende sus manos abiertas al sol,
Para el que ha bebido de la eternidad,
No tiene sentido llorar,
Y el que una mañana descubrió el amor,
No puede dejar de luchar.
VEN CONMIGO,
MI BOCA GRITARÁ CONTIGO,
QUE NO ES INVENTO NUESTRO LA ESPERANZA.
TRAE TUS SUEÑOS,
EN ELLOS FUNDIRÉ MIS SUEÑOS,
MAÑANA SEGUIREMOS NUESTRA MARCHA.
Para el que canta y vuelve sonrisa el dolor,
No basta el silencio.
Para el que busca sus notas al viento lanzar,
Feliz el que entiende que en la libertad,
Existen cadenas también,
Y aquel que en Samaría se inclinó a beber,
Al pozo tendrá que volver.