Esto que te doy es vino y pan, Señor.
Esto que te doy es mi trabajo.
Es mi corazón, mi alma,
es mi cuerpo y mi razón,
el esfuerzo de mi caminar.
Esto que te doy mi vida es, Señor.
Es mi amor, también es mi dolor.
Es la ilusión de mis sueños,
es mi gozo y mi llorar,
es mi canto y mi oración.
TOMA MI VIDA PONLA EN TU CORAZON
DAME TU MANO. Y LLEVAME.
CAMBIA MI PAN EN TU CARNE,
Y MI VINO EN TU SANGRE
Y A MI, SEÑOR, RENUEVAME.
LIMPIAME Y SALVAME.
Esto que te doy, no sólo yo, Señor:
esta voz también es de mi hermano.
Es la unión, la paz, el orden,
la armonía y felicidad;
es un canto en comunidad.