238.- UNA ROCA INMOVIL

Una roca inmóvil en su soledad
una flor o el pájaro feliz que ves,
no podrán vivir, no podrán gozar
esa vida singular que Dios nos da.

OH, YO QUIERO QUE ESA LUZ QUE UN DIA EN MI PRENDIO
JAMAS SE ESCONDA NI SE APAGUE SU FULGOR.
OH, YO QUIERO QUE MI AMOR AYUDE A LOS DEMAS
AL CAMINAR POR ESTE VALLE DE DOLOR.

En mi alma henchida de divinidad,
palpitando el mismo palpitar de Dios,
hay un resplandor hay un cielo azul,
hay un hondo respirar de eternidad.

Cuando soy un sol que va estallando luz
y mi cuerpo es templo donde habita Dios,
todo el cielo está en mi corazón
empapándose de vida y de calor.