UN MANDAMIENTO NUEVO NOS DIÓ EL SEÑOR
QUE NOS AMARAMOS TODOS COMO EL NOS AMO. (bis)
La señal de los cristianos
es amarse como hermanos.
Dios perdona nuestras culpas
y a su mesa nos convida.
Acercaos, hermanos todos,
que es Dios mismo quien invita.
Perdonemos al hermano,
como Él mismo nos perdona.
Donde hay caridad y amor,
Cristo está y está su Iglesia.
De tu cuerpo y de tu sangre,
se hace reo quien no ama.