48.- CUANTAS VECES SIENDO NIÑO TE RECE

Cuántas veces siendo niño te recé,
con mis besos te decía que te amaba.
Poco a poco, con el tiempo, fui olvidándome de Ti,
por caminos que se alejan me perdí.

HOY HE VUELTO MADRE A RECORDAR
CUANTAS COSAS DIJE ANTE TU ALTAR,
Y AL REZAR, VUELVO A COMPRENDER
QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR (bis)

Al regreso me encendías una luz.
Sonriendo me decías que me amabas.
En la mesa la comida aún caliente
y el mantel, y tu abrazo
es mi alegría de volver.

Aunque el hijo se alejara del hogar,
una madre siempre espera su regreso,
que el regalo más hermoso
que a los hijos, da el Señor,
es su madre y el regalo de su amor.