Un día por las montañas
apareció un peregrino. (bis)
Se fue acercando a la gente,
acariciando a los niños. (bis)
IBA DICIENDO POR LOS CAMINOS:
“AMIGO SOY, SOY AMIGO”
Sus manos no empuñan armas.
Sus palabras son de Vida. (bis)
Y llora con los que lloran,
y comparte su alegría. (bis)
Reparte el pan con los pobres,
a nadie niega su vino. (bis)
Y está junto a los que buscan,
y consuela a los mendigos. (bis)
Y los hombres que lo vieron
contaban a sus vecinos. (bis)
Hay un hombre por las calles,
que quiere ser nuestro amigo. (bis)
Hay un hombre por las calles,
que lleva la paz consigo. (bis)